viernes, 3 de mayo de 2019

Los más bellos insultos: burro

Es una campaña de naturaleza ética y divulgación científica del Parque Explora, "para exaltar la diversidad como el signo más rotundo de la vida. Hablar de diversidad es importante en una ciudad y en un país en los que nos hemos matado por anularla. Toda pretensión de uniformidad es violenta."


Ser burro tiene el encanto de pasar inadvertido a pesar de ser el más capaz, el más valiente, el más controlado y, sobre todo, el que llegó primero. Incluso antes que nosotros. ¿A quién vas a llamar burro? Es un elogio.

¡Qué bonito ser como un burro! <3



"Pocos sospechan que el pequeño burro es más independiente y más fuerte que el caballo. Resiste mayores pesos y distancias y nos sorprende con su autocontrol. El burro no es torpe para responder a los problemas. Analiza los peligros y, sometido como ha estado a toda clase de ultrajes, tiene un fuerte sentido de la autopreservación, no se precipita y por eso dicen que es terco. Los más viejos pueden llegar a los cincuenta o sesenta años. Acicalan hasta el final a los suyos, son sociables, cariñosos y muy solidarios. Protegen a los otros y anuncian la presencia de depredadores con rebuznos largos, 20 segundos de alarma, que llegan hasta sus hermanos a kilómetros de distancia. Su memoria sorprende: pueden recordarte hasta por treinta o más años. Míralos. Eres también observado por ellos, por esos ojos con memoria del burro que, hace seis mil años, acompaña a los humanos con su capacidad, su paciencia no recompensada y su inadvertida inteligencia. ¿A quién vas a llamar burro? Es un elogio. Y, tal vez, no lo merezca."







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